Acudir al psicólogo no implica debilidad.

Hace falta mucha fortaleza psíquica para aceptar el encuentro con uno mismo.

Cada persona vive de forma distinta el momento en el que pedir ayuda.

A nivel social se está produciendo un ligero cambio de mentalidad: Estamos aprendiendo a identificar el estrés y la ansiedad como emociones negativas que nos generan mucho sufrimiento y con las que no queremos convivir. 

En muchas ocasiones son las relaciones personales o los problemas laborales los que nos llevan al límite, o se producen circunstancias extremas, como un duelo, una depresión o un brote psicótico.

Partimos de la base de que cada persona es única y tiene un modo particular de entender el mundo y relacionarse con él. Los mismos acontecimientos no generan el mismo sufrimiento ni la misma respuesta en dos personas distintas.

De este modo apostamos por un trabajo que se aleja de tratamientos estándar o fórmulas de manual, y nos basamos en una psicología de la subjetividad que prioriza la perspectiva única de cada persona. Cada depresión, ruptura o etapa con ansiedad es distinta y merece un tratamiento a medida.

• Afrontamiento de la enfermedad 

• Anorexia

• Ansiedad

• Ataques de pánico

• Autoestima

• Bullying

• Depresión y estado de ánimo

• Divorcio y separaciones

• Duelo

• Esquizofrenia y trastornos psicóticos

• Estrés

• Estrés docente

• Fobias y miedos

• Problemas de la infancia

• Problemas escolares

• Problemas laborales

• Problemas sexuales

• Trauma y estrés postraumático

• Trastornos alimentarios

• Trastorno obsesivo compulsivo

• Burnout

• Desempleo y los problemas emocionales que trae

• Psicoanálisis

• Grafoterapia

• Terapia sistémica estructural

• Terapia narrativa

• Terapia relacional

• Consultoría